¿Hernia Discal?

Introducción:

La hernia discal es una afección común que puede ser dolorosa y debilitante. También se conoce como hernia discal o prolapso discal. En algunos casos, puede provocar dolor, entumecimiento o debilidad en las extremidades.

Sin embargo, algunas personas no experimentan dolor, sobre todo si el disco no presiona ningún nervio.

Los síntomas suelen reducirse o resolverse al cabo de unas semanas, pero la persona puede necesitar una intervención quirúrgica si persisten o empeoran.

Datos Básicos sobre la Hernia Discal:

  • Una hernia discal se produce en las vértebras.

  • El dolor se resuelve normalmente en unos meses.

  • Las hernias discales pueden causar pocos o ningún síntoma.

  • Los tratamientos incluyen medicación, fisioterapia, inyecciones epidurales y cirugía.

Tratamiento:

Las hernias discales pueden variar desde causar un dolor intenso hasta no causar ningún dolor.

Las hernias discales pueden causar un dolor intenso, pero el tratamiento adecuado puede aliviar los síntomas.

Una persona puede resolver la mayoría de los síntomas evitando los movimientos que desencadenan el dolor y siguiendo los regímenes de ejercicio y medicación para el dolor que le haya recomendado un médico.

Las opciones de tratamiento incluyen medicación, terapia y cirugía.

Medicación:

Medicación de venta libre (OTC): Los medicamentos a base de ibuprofeno o naproxeno pueden ayudar con el dolor leve o moderado.

Medicamentos para el dolor nervioso: Los medicamentos para tratar el dolor nervioso incluyen gabapentina, pregabalina, duloxetina y amitriptilina.

Narcóticos: Si los medicamentos de venta libre no alivian las molestias, el médico puede recetar codeína, una combinación de oxicodona y paracetamol u otro tipo de narcótico. Los efectos secundarios incluyen náuseas, sedación, confusión y estreñimiento. 

Inyecciones de cortisona: Pueden inyectarse directamente en la zona de la hernia para ayudar a reducir la inflamación y el dolor.

Inyecciones epidurales: Un médico inyecta esteroides, anestésicos y antiinflamatorios en el espacio epidural, que es una zona que rodea la médula espinal. Esto puede ayudar a minimizar el dolor y la inflamación en las raíces nerviosas de la columna vertebral y sus alrededores.

Relajantes musculares: Ayudan a reducir los espasmos musculares. Los mareos y la sedación son efectos secundarios comunes.

Fisioterapia:

Los fisioterapeutas pueden ayudar a encontrar posiciones y ejercicios que minimicen el dolor de la hernia discal.

Los terapeutas también pueden recomendar tratamiento con calor o hielo
ultrasonidos, que utilizan ondas sonoras para estimular la zona afectada y mejorar el flujo sanguíneo tracción, que puede aliviar la presión sobre el nervio afectado
la colocación de férulas a corto plazo en el cuello o en la parte baja de la espalda, para mejorar el apoyo electroterapia, ya que los impulsos eléctricos pueden reducir el dolor en algunas personas

Cirugía:

Si los síntomas no mejoran con otros tratamientos, si el entumecimiento persiste o si el control de la vejiga o la movilidad empeoran, el médico tratante podría recomendar la cirugía.

En la mayoría de los casos, el cirujano extrae sólo la parte del disco que sobresale. Se trata de una discectomía abierta.

El cirujano suele realizar la discectomía abierta mediante una técnica laparoscópica, abriendo un pequeño orificio en la parte delantera o trasera de la columna vertebral.

Esta técnica evita la necesidad de retirar pequeñas porciones de las vértebras o de mover los nervios espinales y la médula espinal para acceder al disco.

Los cirujanos han llevado a cabo procedimientos de sustitución de discos desde la década de 1980 en Europa.

Hay dos tipos. El primero es la sustitución total del disco. El segundo es la sustitución del núcleo del disco, que consiste en reemplazar sólo el centro blando del disco, conocido como núcleo.

Los discos artificiales son de metal, de biopolímero o de ambos. El biopolímero es una sustancia similar al plástico.

Causas de Hernia Discal:

  • Una hernia discal se produce cuando la sección interna blanda de un disco intervertebral sobresale a través de la capa externa.

  • La columna vertebral humana, o espina dorsal, está formada por 26 huesos llamados vértebras. Entre cada vértebra se encuentran unas almohadillas de goma, llamadas "discos". Estos discos ayudan a mantener las vértebras en su sitio y actúan como amortiguadores.

  • Los discos vertebrales tienen un centro blando y gelatinoso y un exterior más duro.

  • Una hernia discal se produce cuando parte del interior blando se escapa a través de una grieta en la pared del disco. Esto ocurre con mayor frecuencia en la parte baja de la espalda, pero también puede ocurrir en las vértebras del cuello.

  • Se cree que el escape de esta "gelatina" libera sustancias químicas que irritan los nervios de la zona circundante y provocan un dolor importante. El disco prolapsado también puede ejercer presión sobre los nervios y causar dolor por compresión.

  • La causa de una hernia discal suele ser el desgaste gradual y el uso excesivo como resultado de los movimientos repetidos a lo largo del tiempo.

  • Los discos de la columna vertebral pierden parte de su contenido de agua a medida que la persona envejece. Esta reducción del líquido hace que los discos sean menos flexibles y más propensos a romperse.

  • No siempre es posible recordar el momento exacto en el que comienza un problema discal, pero a menudo se produce al levantar objetos sin doblar la rodilla o después de torcerse al levantar un objeto pesado.

Factores de Riesgo:

  1. Las técnicas de levantamiento inseguras pueden provocar una hernia discal.

  2. Las hernias discales pueden producirse a cualquier edad, pero son más frecuentes en hombres de entre 20 y 50 años.

Los factores que aumentan la probabilidad son:

El peso: El sobrepeso supone una carga adicional para la zona lumbar.

La genética: Una persona puede heredar una predisposición a las hernias discales.

Ocupación: Las personas con trabajos o pasatiempos físicamente exigentes que implican empujar, tirar o girar son propensas a sufrir hernias discales. Cualquier actividad repetitiva que suponga un esfuerzo para la columna vertebral puede causarlas.

Técnica de levantamiento insegura: Al levantar objetos pesados, siempre hay que hacer fuerza con las piernas, no con la espalda. Una técnica incorrecta puede provocar una hernia discal.

Conducir con frecuencia: La combinación de estar sentado durante mucho tiempo y las vibraciones y movimientos del coche pueden dañar los discos y la estructura de la columna vertebral.

Estilo de vida sedentario: La falta de ejercicio puede provocar una hernia discal.

Fumar: El tabaco puede reducir el suministro de oxígeno a los discos y provocar una trituración del tejido.

Síntomas:

En algunos casos, la persona no presenta síntomas.

Si los síntomas aparecen, suelen deberse a la presión sobre los nervios. Los síntomas más comunes pueden ser:

  • Entumecimiento y hormigueo: Esto ocurre en la región del cuerpo que el nervio suministra.

  • Debilidad: Suele producirse en los músculos vinculados al nervio, lo que puede provocar tropiezos al caminar.

  • Dolor: Se produce en la columna vertebral y puede extenderse a los brazos y las piernas.

Si la hernia discal está en la parte baja de la espalda, el dolor suele afectar a las nalgas, los muslos, las pantorrillas y, posiblemente, los pies. A menudo se denomina ciática porque el dolor recorre el camino del nervio ciático.

Si el problema se produce en el cuello, los hombros y los brazos suelen experimentar el dolor. Los movimientos rápidos o los estornudos pueden provocar un dolor punzante.

Complicaciones:

Por debajo de la cintura, la médula espinal se separa en un grupo de nervios individuales, llamados colectivamente cauda equina o "cola de caballo".

En raras ocasiones, una hernia discal puede comprimir todo este conjunto de nervios.

Esto puede causar debilidad permanente, parálisis, pérdida de control de los intestinos y de la vejiga y disfunción sexual.

Si esto ocurre, la única opción es la cirugía de urgencia. Busque consejo médico si:

  • Hay alguna disfunción de la vejiga o del intestino.

  • La debilidad progresa e impide las actividades normales.

  • Hay un entumecimiento creciente alrededor de la cara interna de los muslos, la

    parte posterior de las piernas y el recto.


Aunque estos síntomas no siempre están causados por tumores cerebrales, Si experimenta uno de estos síntomas, programe una evaluación con nosotros en Neurocirujano Dr. Andrés Gamboa S


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